La educación viene a compensar aquella deficiencia que se halla en los hogares de cada estudiante. Esta debe tener las mejores condiciones físicas, materiales y humanas, que garantice el camino a la excelencia y el desarrollo del país.
Hoy día no se cumple a cabalidad, solo se reproduce deficiencia en la adquisición del conocimiento, resolución de problemas, y la práctica de valores.
La educación, en lugar de ser u medio para democratizar la sociedad, está siendo un medio para agigantar las diferencias. Muchos estudiantes tienen carencias, de conducta, física, económicas, emocional y social, mientras que el docente es indiferente a esta realidad, quedando a la mano de dios y por consiguiente al filo de un desadaptado social.
Hasta ahora los cambios educativos no pasan de ser verbalizados o en la práctica del ensayo y error como conejillos de india. El problema más grave es que los educadores hoy día aprenden a repetir, a reproducir conocimiento aislados o fuera de contexto y no asumen críticamente el ejercicio de la docencia. Esta situación cambiará cuando los educadores cuestionemos todo lo que hacemos, ¿por qué no se encuentran motivados los alumnos? ¿Dispongo contenidos para enfrentar el futuro próximo?, ¿Contribuyo a mejorar las relaciones interpersonales entre todos los agente social?... todas estas preguntas no las debemos hacer a diario.
Los profesores deberían aprender sobre los problemas de los alumnos y sobre todo de convivencia comunitaria; violencia, discriminación, lectura, escritura, de organización comunitaria, entre otros…Así la función docente se convierte en un instrumento para servir mejor a las deficiencia de los individuos .con esto el maestro se forma para enseñar, aprender, a comprender y a emprender.
Queda entendido, que el compromiso social del docente juega un papel preponderante ante la realidad del país y porque no, la del planeta, es la educación y sobre la primaria que es el elemento clave para abatir la pobreza, para lograr un desarrollo sustentable e incluso para lograr ciudadanía y democracia.
Aunque por otro lado, se siente que la educación ha sido políticamente manipulada, cuando no otorgan los cargos de acuerdo a la capacidad, sino como un premio a la fidelidad política. Pero aun así, los docentes con vocación no pierden la perspectiva de un proyecto educativo ideal, que sirva para orientar a la construcción del país que queremos, con capacidad de utilizar el poder del conocimiento para construir vidas sobre la base de los valores.